Ayer, vivimos un emotivo homenaje en memoria de Raúl Silvestre Beneyto, pediatra de nuestro departamento. Extraordinario como profesional, y como persona, Raúl nos dejó el año pasado siente todavía demasiado joven.

En el día en que Raúl hubiera celebrado su 45 cumpleaños, nos hemos reunido para recordar y honrar su vida. Companys, amigos, familiares, padres de sus pacientes, y sus hijas, han compartido anécdotas, sentimientos, emociones y recuerdos. Entre todos han dibujado un retrato de su personalidad que tanto echamos de menos.

Raúl era conocido por su profesionalidad, sin duda, era uno pediatra excelente, pero además, por su amabilidad, la capacidad de escuchar, su disposición a ayudar y su capacidad para hacer sonreír a todos a su alrededor, ya fuera a través de una broma, un gesto amable o un abrazo reconfortante.

Para culminar el homenaje, se ha descubierto una placa en la sala de juegos de la planta de pediatría, donde pasó muchas horas dedicando su tiempo, sus conocimientos, su investigación, su energía y su afecto hacia sus pacientes. La placa, que lleva su nombre, es un tributo permanente a su legado y un recordatorio del impacto positivo que ha tenido en las vidas de todos los que lo han conocido.

Despedimos a un ser humano excepcional con tristeza, pero también con gratitud por haberlo tenido entre nosotros.

Gracias, Raúl, gracias por todo.